“Los porfirianos eminentes son, psicológicamente hablando, su atuendo del día. Para los hombres: la chistera, los bigotes rizados, los guantes, las mancuernillas con diamantes; para ellas, el maquillajes al “dernier cri”, el vestido preparado según instrucciones del cliente y recortes de revistas francesas”.
– Carlos Monsiváis
La vestimenta durante la Revolución Mexicana dependió de la clase social a la que se pertenecía. Las autoridades tenían como mandato penalizar y multar a aquellos que no utilizaran pantalones (durante este tiempo los habitantes, regularmente, usaban calzones de manta). La vestimenta expresaba el contexto social y político de los habitantes del país. Los estilos tenían características definidas que establecían un diálogo que perdura hasta nuestros días. A continuación presentamos las vestimentas que definieron el movimiento armado:
Adelitas
Mujeres que estuvieron a lado de sus esposos en la lucha. Cocineras, enfermeras, madres, esposas, consejeras, ayudantes o hasta contrincantes fueron las mujeres de la Revolución, las que con un rifle bien ajustado al rebozo demostraron que el sexo femenino es “todologo” por excelencia y que la belleza de una dama no está peleada con la valentía.
Rurales
El traje de charro es conocido por todos los mexicanos. De color negro, con adornos metálicos representativos en oro o plata y el clásico sombrero, los portadores de estas prendas fueron elementos usados por un cuerpo de voluntarios llamados “rurales” cuya misión consistía en perseguir a los ladrones y a los asaltantes que destruían el territorio. Durante esta época el traje descrito fue símbolo de seguridad.
Porfirio Díaz
Un personaje clave en la historia de México durante los siglos XIX y XX. Su sentido de la estética y su gusto por la arquitectura se nota en las construcciones hechas bajo su mandato, como El Palacio de Bellas Artes. Su estilo no estuvo exento de su buen gusto y fue ostentoso. Sin duda alguna sus prendas gritaban burguesía dejando de lado la sencillez y la austeridad. Con sombreros de plumas, trajes militares hechos a la medida e insignias que aludían a sus estrategias militares se recuerda al hombre de la reelección.
Emiliano Zapata
Si se piensa en Revolución, uno de los principales nombres que viene a la mente es el de Emiliano Zapata, quien luchó incansablemente bajo el lema “Tierra y libertad”. De bigote y cejas pobladas, con sombrero ajustado y sin dejar nunca las carrilleras y el rifle, se convirtió en uno de los personajes más queridos por los mexicanos. Su lucha es inspiración para diversos grupos e individuos, uno de los más representativos es el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), quienes se basan en los ideales de éste para buscar justicia.
Pancho Villa
José Doroteo Arango o “El centauro del norte” fue un revolucionario mexicano quien sin saber leer logró crear un criterio propio que lo llevó a luchar por sus ideales. Llegó a ser gobernador de Chihuahua, donde creó 50 escuelas en un mes. Tenía una visión crítica respecto al mundo. Su imagen es una de las más representativas cuando se habla de la Revolución Mexicana. Con un bigote bien peinado, diferentes tipos de sombreros, pero siempre con armas y balas en el pecho, se recuerda a uno de los líderes del movimiento.